En referencia al artículo publicado en EL MUNDO sobre que profesionales podrían hacer uso de la toxina botulínica con fines estéticos, se nota que han consultado a dermatólogos para ello. En el artículo se afirma que la toxina lo inyectan Médicos (por supuesto, faltaría más) que en su formación esté incluida la medicina estética, como sería el caso de cirujanos plásticos y dermatólogos, o que se hayan formado para ello posteriormente como los médicos estéticos que realizan un máster en medicina estética.
Creo también que no hay un especialista de la estética y que según el área a tratar desde el punto de vista estético, debe tratarlo su especialista correspondiente, aunque entiendo que como la piel es el órgano más expuesto al juicio estético, el dermatólogo tiene ahí un gran peso, e incluso puede actuar como director de orquesta. Esta idea y su desarrollo es lo que nos ha conducido a la creación de un magnífico equipo de especialistas afines a este concepto, en nuestra DermoClínica Dr. Almazán.
Para la correcta formación y reciclaje de los profesionales médicos que realizan estas técnicas, es fundamental que haya instituciones detrás como la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) o la SECRE o la SEME, que faciliten y aporten medios para realizar una formación continuada a todos estos especialistas.
También hay que tener en cuenta en esta maraña ambigua que rodea a la toxina botulínica, que cada vez tiene más indicaciones, así que es fácil que otras especialidades menos relacionadas con la estética, vayan aprendiendo a manejarlo y se introduzcan en este campo como es el caso de la Medicina física y rehabilitación con usos en las parálisis musculares espásticas o las contracturas musculares, Otorrinolaringólogos, Neurólogos, Anestesistas, etc.
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